viernes, 18 de febrero de 2011

Protege tus ahorros

oktor Dinero: He ahorrado por años hasta que por fin tengo un pequeño “guardadito” con el que pienso vivir mis años dorados. Me ha costado tanto trabajo juntar este dinero que me da miedo que algo le pase.
¿Alguna sugerencia para poderlo conservar fuerte y sano?
Para una generación acostumbrada a preocuparse sólo por el presente, pensar, y más aún, ahorrar para el futuro, es una tarea que requiere un enorme compromiso, paciencia y dedicación.
La mayor parte de nosotros vivimos utilizando como mantras frases como “mañana será otro día” o “porque hacer hoy lo que se puede dejar para mañana”, y en consecuencia postergamos planear para tener un ahorro digno.
Incluso las mejores intenciones muchas veces pierden su camino.
Podemos empezar muy comprometidos a formar un pequeño “nidito” para el retiro (ya sea como apoyo a una afore o en sustitución de esta), pero poco a poco, conforme pasa el tiempo y se presentan otras opciones de gasto u otras “prioridades”, vamos perdiendo enfoque y dejamos de darle la importancia que requiere.
Si ya empezaste con una cuenta de ahorro para el retiro, te felicito, tienes ya una buen parte del camino andado, ahora pon énfasis en no cometer los siguientes errores para poder mantener tu dinero “fuerte y sano” y maximizar el provecho que vas a sacar en tus años dorados.
Error # 1: No seguir ahorrando. Aun cuando ya tengas el dinero que crees necesitar para tu retiro o estés muy confiado de poderlo obtener pase lo que pase, es muy importante que NO DEJES DE AHORRAR; el tener una cuenta cada vez más grande y fuerte te permite no sólo contar con mayores recursos monetarios para tu retiro, sino relajar un poco las expectativas que tienes en torno a los rendimientos que esperas recibir.
Si ya conseguiste la meta que tenías planeada para tu cuenta del retiro, lo que puedes hacer es relajar tus políticas de ahorro; por ejemplo, en vez de depositar en tu cuenta para el retiro 10% de tus ingresos, deposita cinco o siete por ciento.
 Error #2: No cambiar tus inversiones de acuerdo con la edad. Conforme vas “envejeciendo” tu portafolio de inversiones debe ir mutando. Entre más se acerque la edad de tu retiro menor es el riesgo al que debes de exponer tu patrimonio con el fin de evitar sufrir un susto por algún revés del mercado. La teoría dice que debe invertir en el mercado accionario (o sea en instrumentos más riesgosos) un porcentaje equivalente a 100- tu edad. Cada cinco años reevalúa tu cuenta de retiro con el expreso fin de asegurar que poco a poco se vuelva más conservadora (ojo: debes revaluar cada año en base a otros parámetros).
Error #3: No Reevaluar. Cada seis o 12 meses debes sentarte a revisar tu portafolio de inversiones y preguntarte lo siguiente ¿me ha dado los rendimientos que esperaba? ¿los instrumentos en los que tengo invertido mi dinero tienen un potencial atractivo a futuro?, ¿es tiempo de vender algún instrumento y/o de comprar algún otro? Con base en lo que contestes rediseña tu portafolio de inversión para poder aprovechar al máximo las oportunidades del mercado.
…Pero también ten mucho ojo con reevaluar demasiado seguido, o sea estar saltando de una inversión a otra ante la más mínima señal del mercado, ya sea porque buscar especular expresamente o porque estás demasiado nervioso con algún evento o pronóstico. Esta es una estrategia extremadamente riesgosa que incrementa las posibilidades de equivocarte e impide que maximices los rendimientos de acuerdo con los plazos… Esto se puede considerar el Error #4: Brincar de una inversión a otra.
 Error #5: No tener una cuenta de emergencia. Además de tus cuentas de ahorro debes contar con un dinero ahorrado para usarse sólo en caso de una eventualidad, como una enfermedad que te impida trabajar o un despido inesperado.
Debes mantener ahí dinero suficiente para solventar entre 3 y 6 meses de gastos y el dinero debe estar invertido en instrumentos extremadamente seguros y líquidos.
El no contar con esta cuenta te puede orillar a “echarle una manita” a tus ahorros para el retiro en caso de enfrentar algún desliz en la vida.
Aun cuando hoy sea difícil apreciar las ventajas que evitar estos errores puede tener, en un futuro, cada vez más cercano, vas a agradecerte el haberlos corregido.