domingo, 21 de abril de 2013

Ahora quién podrá defenderme

A veces me gustaría ser de esas mujeres a las que un hombre les resuelve la vida. A las que el hermano las defendió del bully del patio de la escuela, el papá del novio cornudo, el esposo del jefe malhora. A la vieja usanza de "lo que quieras con ella conmigo", nos arremangamos la camisa y nos vamos a los golpes.

No porque no haya enfrentado problemas o agresores en mi vida, sino porque siempre me las di de "muy juerte" y nunca pedí ayuda. Consejo, quizá. Escucha, seguro. Pero pedirle a alguién que fuera a defenderme o a abogar a mi favor. Jamás.

Pero, nunca fui de ellas. De hecho, creo que una de mis cualidades, era justamente esa fuerza y autonomía. "Mirala, que fuerte.... Mirala como se defiende solita...Mirala como sale solita adelante de sus problemas."

A veces me gustaría ser de esas mujeres a las que un hombre las saca de sus problemas. Si me oyera cualquier feminista...me tiraban a la basura. Mi grito de guerra  (mujeres fuertes e independientes) hoy se convierte en soga.

No se de donde, a estas alturas de mi vida, viene esta fantasía de ser defendida y auxiliada. Hoy es un poco tarde para pedirlo. La dulce Polly ya con patas de gallo clamando por su gran supercan.  Antes las mujeres defendidas se me hacían débiles... Hoy las veo suertudas.

¿Será que la vida cada vez se vuelve más complicada? ¿los problemas más dificiles? o Será que cada vez soy menos fuerte y más emocional y necesito esa fuerza bruta externa para salir adelante.

Probablemente, como sucede con la mayor parte de las fantasías, el ser defendida en la realidad me caería como patada de burro ("Qué no ves que me puedo defender yo solita. Gracias pero no gracias.") Pero aún así... Hoy  me gustaría ser de esas mujeres a las que un hombre les resuelve la vida.